Opinión: El Feminismo siempre seguirá en pie y va a seguir incomodando

Lo que no incomoda no remece, la comodidad produce letargo y conformidad. No queremos conformarnos porque a nosotras nos toca vivir la desigualdad, la exclusión y la violencia, y no queremos vivir siendo menos y descartadas.

Columna de opinión
03.01.2023
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

Se acerca un final de año muy duro para nosotras, nos jugamos convicciones y alma en esto, en creer que otra vida era posible y avanzar en un país de todas, todos y todes sería una realidad. No fue así y como nuestras predecesoras, a varias de nosotras nos llevará la vida luchando e incomodando.

Incomodamos porque nunca hemos perseguido la violencia y la guerra como forma humana de ganar un principio, valor, cultura y sociedad. Incomodamos para que esté en pie, siempre, a través de la historia, el cuestionamiento que nos puede permitir vivir mejor. Incomodamos para que nos vean, para que en el espacio íntimo de cada persona llegue esa reflexión “podría ser distinto, debería ser distinto”.

Si no hubiésemos incomodado sería natural que las mujeres no deban saber escribir y leer, opinar en el ágora de los hombres, ser ciudadanas, participar y dejar de ser botín de guerras y matrimonios arreglados; aún así, en pleno 2022, todavía hay países donde todo lo anterior ocurre. ¿Deberíamos entonces conformarnos porque en Chile todo está bien? No se puede agradecer la humanidad, porque se eso se trata la humanidad misma de ser humanos y que esa sea la norma. No se puede agradecer casi como acto de caridad participar, opinar, deliberar, Gobernar, construir, porque esa debería ser la norma.

Nos ha costado vidas, cansancio y desilusión ir corriendo el muro de a poquito. ¡Cuántas mujeres desaparecidas en nuestro país! ¡cuántas asesinadas por odio! ¡cuántas fueron declaradas locas y encerradas!. Nos ha costado tanto caminar y eso ha sido porque hemos incomodado, de otra forma no estaríamos acá. Ese acto de incomodar no es popular, no nos eligen, no nos quieren y muchas veces nos insultan, pero seguimos porque de eso se trata la vida, nos pertenece caminar, nos pertenece movernos. Si no luchamos,  la conformidad será la norma y no queremos ese silencio tan profundo del miedo y la desesperanza. Hasta el día de hoy a casi 50 años de una Dictadura brutal, familias siguen preguntando ¿dónde están?, si buscaran en silencio, si no incomodaran, no pasaría nada, ese silencio sería cómplice de la brutalidad y la injusticia. No queremos y no podemos callarnos.

Luego de la victoria del Rechazo a una Nueva Constitución, hemos visto el ataque feroz contra las mujeres: Declaraciones de Republicanos “las mujeres no se desviolan”; liquidar mujeres en política por obligar a pagar pensión de alimentos; que no exista paridad real en una futura Convención; tesis de pedofilia avaladas por la Universidad de Chile. Y por supuesto exigen nuestro silencio cómplice. ¿El día que se legisle contra los derechos de las mujeres y volvamos a lo de siempre, cuando seas tú y alguien muy cercana la que “no se desviolará” bajaras la cabeza y dejarás se soñar con la igualdad?.

No habrá silencio cómplice, nuestra bandera morada va a seguir incomodando, porque no han ganado nuestra esperanza y pasión, nuestra lucha incomoda, pero no maltrata, ni asesina, nuestra lucha es justa, es por una Nación de todas y todes, es por el respeto, es porque la vida es hermosa cuando la vives libre, decidiendo, opinando y participando. Respiramos y sacamos la voz hasta que la igualdad entre hombres y mujeres sea la norma, la costumbre.

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