Opinión: Francisca Sandoval la primera periodista asesinada en democracia

Es duro escribir esta columna, no la habíamos querido escribir antes, porque costaba asimilar lo ocurrido y esperábamos más de los pasos siguientes, de la certezas que no seguiría la impunidad que acompaña estos casos y todo apunta a que, en este caso, como en tantos habrá impunidad; ¿por qué si hay alguien detenido se preguntarán? Y la respuesta es muy dura porque seguramente como en el caso de la quema del Metro terminaremos sin saber quiénes y que hay detrás de un crimen tan violento que atenta contra la democracia, contra el corazón de nuestra vida ciudadana y por cierto con la libertad de expresión.

Columna de opinión
19.05.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

Francisca era comunicadora de un medio Comunitario (Canal 3 de la Victoria), el asesino vivía a dos cuadras del Canal, le apunta a ella, es un sicario. Poco antes se ve a Carabineros conversando con los sicarios y criminales de Francisca, los mismos narcos ambulantes que casi matan a un estudiante de 16 en marcha anterior; por qué nadie lo dice, por qué no se abre esta arista de investigación.

El día que asesinan a Francisca había 12 tiradores, leyó bien 12 tiradores que defendían un espacio público que nos pertenece a todas (os) y que para mayor de crímenes arriendan a personas desesperadas y vulnerables, la mafia de Corleone les queda chica, 12 tiradores y sólo 3 detenidos, el lugar Barrio Meiggs a casi un mes del crimen sigue tal cual, la mafia sigue desplegada, las calles tomadas y exhibimos la primera periodista asesinada en democracia. Y ponga atención, no es azar, ni mucho menos un error, el Canal3 de la Victoria cubría hasta el día de hoy todas las marchas, demandas populares y acciones de movimientos sociales. ¿Se lo merece dirán algunos? Y me pregunto entonces ¿validamos que comiencen a matar a los periodistas de TVN y Mega que de imparcialidad no tienen nada?.

La libertad de expresión es la forma que adquiere la democracia para decirle a todas, todos y todes que no son invisibles, que ocupan un lugar en el mundo y que frente a los problemas hay diversas miradas. Muchas mujeres del colectivo vivimos nuestra adolescencia en Dictadura, era horrible, el miedo a hablar en micros, calles y plazas se olía, un silencio y cabeza hacia abajo que no se toleraba, por eso tanta molestia, rabia y preocupación en este caso, porque el Canal la Victoria es un medio de la Pobla, comunitario, de la voz de sectores polares que luchan y han luchado por un país más justo y  que hoy están tomados por el narco tráfico y el crimen organizado del comercio informal.

Se entregó el borrador de la Nueva Constitución, se ha mentido al infinito y no se ha valorado que las y los Constituyentes trabajaron fines de semana completos hasta altas hora de la madrugada para entregar un nuevo modo, mirada y forma de hacer las cosas, que reconoce a las diversidades, a los pueblos, a las mujeres, a la democracia, que el recordatorio de Francisca y ese capitalismo narco desmedido, desbordado del crimen organizado, nos llame la atención en la importancia de los medios de comunicación comunitaria, de los que denuncian, que se enfrentan a los narcos.

Obvio que necesitamos cambiar la Constitución que fue creada en una Dictadura que nos quitó la voz, nos ocultó la pobreza, nos asesinó, torturó, hasta el día de hoy miles de personas desaparecidas y para ¿qué? Para construir un país de pocos privilegiados con un terrible componente adicional, ya existía el narco y el crimen organizado en esa Dictadura, se les dejó crecer, se les dejó hacer, todo lo que importaba era que no fueran comunistas, todo lo demás era permitido y acá estamos con la corrupción del narco en las policías, con ladrones de cuello y corbata con palmaditas en la espalda, con una Ley de Pesca escrita con coimas y una periodista de las que luchan asesinada. Hay que cambiar, hay que combatir el odio con esperanzan, la desigualdad con coraje y el futuro con alegría. Por un país mejor, para todas, todos y todes, no más impunidad fue un crimen por encargo, fue un crimen para acallar las voces de las que tienen coraje.

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