Opinión: La realidad de la Educación Pública

Resulta curioso analizar las distintas estrategias que se pretenden establecer para enfrentar el año 2023 en materia educativa. Y es que diseñar un modelo homogéneo que considere remediales para combatir el ausentismo crónico, deserción escolar y ausencia de aprendizajes mínimos en nuestros niños, niñas y adolescentes por supuesto que es importante, pero la crisis de la educación pública se sostiene de otras raíces. Basta conversar con algunos directores y directoras para sumergirse en una realidad paralela de la que poco se habla y, peor aún, la que no es atendida. 

Columna de opinión
27.01.2023
PorNadia Garcés Montes
Profesora y encargada de Convivencia Escolar

Violencia, drogadicción, delincuencias, carencias afectivas y desinterés en los procesos de aprendizaje (por nombrar las más representativas) son algunos ejemplos de lo que está ocurriendo al interior de muchos establecimientos educacionales. Incluso en algunos liceos docentes deben negociar con los y las estudiantes los horarios para desarrollar sus clases formales, de lo contrario, el caos se transforma en manifestaciones y toma al interior del aula. Es decir, solo hacen clases de 08:00 a 11:00 hrs y después pueden estar en el celular, mirar series o simplemente salir de la sala de clases. Para muchos este escenario podría parecer exagerado, incluso alarmante, pero lamentablemente es un contexto que sucede y se agudiza cada día más.

La educación dejó de ser atractiva para muchos adolescentes. El rol del profesor y/o profesora dejó de ser una imagen de respeto ante el conocimiento que puede entregar y, a su vez, perdió total autoridad dentro del aula. Y, por otra parte, el rol docente también sufrió modificaciones en su sentido primordial, puesto que el aprendizaje no es el eje central en el proceso de aprendizaje, sino más bien en la contención emocional y prevención de hechos de violencia o deserción escolar. Así, la educación pública se ha transformado en un espacio dedicado el último tiempo a un trabajo social y emocional que debería ser otorgado en el contexto familiar, pero como hoy las carencias afectivas y falta de habilidades parentales son extremas en familias con altos índices de vulnerabilidad, aquellas responsabilidades se están trasladando en su totalidad a la escuela.

¿Considera el plan de reactivación educativa este escenario? ¿Nos estamos haciendo cargo de estas problemáticas que se agudizarán este 2023? Es importante analizar y reflexionar sobre estos hechos tangibles para pensar respecto a las necesidades que enfrenta la educación pública de nuestro país.

Comentarios en Facebook