Opinión: Los Lagos tiene una pena que arrastra por más de 5 años

En medio de tantas encuestas que salen por estos días, con preocupación me detengo en dos datos que evidencian profundos dolores. La región de los Lagos pasó del segundo lugar al primero en suicidios e ideación suicida a nivel nacional y encabeza también la mayor tasa de violencia intrafamiliar del país. Profundos dolores que no se explican en el clima ni falta de luz, no es tan simple.

Columna de opinión
07.07.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

En varias columnas hemos relevado dos ideas fuerzas: diverso es hermoso y humanidad para enfrentar el día a día. Los quiero invitar a que reflexionemos en conjunto sobre estas dolorosas cifras. Escuchaba a Gaspar Domínguez en el cierre de la Convención y me quedo con la siguiente idea fuerza “enfermo no es el débil, es el que está solo o sola”. La violencia que viven las mujeres tiene su primer origen en la soledad, miedo, vergüenza y callan el dolor, se alejan para esconderlo y cargan con el para no ser juzgadas. Muy similar a la mayoría de los suicidios, la persona va quedando sola por miedo, bullying; se aleja de todos, para quedar solo y abandonar la vida. Las personas que se suicidan no quieren morir, no se equivoquen en eso, quieren dejar de sentir el dolor que implica vivir. Y ese dolor lo causa la falta de empatía, el odio, la violencia y la intolerancia a la diferencia, a lo diverso que por cierto es hermoso.

Todavía ¿creemos que el desarrollo, la competencia y el éxito son los paradigmas que llevan a la felicidad? Cuando son miles las personas que van quedando fuera de ese desarrollo, ¿todavía nos sirven esos paradigmas? dejando todo tal y como está, cuando el mundo ha cambiado tanto y estamos cada vez más solas y solos. En la antropología se dice que la civilización comenzó cuando encontraron evidencia de un fémur sanado. Es en ese minuto que inició la civilización, cuando las personas decidieron no abandonar a otra, no dejarlas atrás, y llegamos a un 2022 más de 2000 años después a seguir abandonando o dejando atrás a otros y otras.

Enfrentamos un cambio de era y de paradigma. Personas más solas, más individualistas, más egoístas, más autoexplotadas y exigidas, seguimos sosteniendo que el que está fuera es porque es flojo, a la que le pegan porque no se defiende, a los diferentes que se encierren no queremos verlos. Como si el mundo perteneciera a unos pocos y pocas y qué sentido tiene, si finalmente el cambio de paradigma y de era se produce porque lo queramos o no es la naturaleza la que está muriendo, es nuestro hogar el que se está derrumbando. Para problemas complejos soluciones humanas, creativas, generosas y solidarias, no hay otro camino, porque el oasis se terminó el 2018. La sobreexplotación de la tierra ya tocó techo y los dolores requieren de esperanza y altura de miras, nuevamente más humanidad y generosidad para enfrentar una nueva era.

Resolver y erradicar las tasas de suicidio y violencia VIF de la región no solo pasan por recursos, que sin duda son importantes, pero somos cada una y uno de nosotros los que deben hacer cambio cultural y social, la violencia es una espiral que nunca se ha respondido con violencia, se responde con respeto, empatía e inclusión.

Durante los siguientes meses las discusiones abundarán producto del proceso constituyente y es necesario conversar sobre el país que queremos para los próximo 50 años, las personas necesitan certezas, las nuevas generaciones requieren futuro. No es una sorpresa que nuestra colectiva está por el Apruebo sin letras chicas, porque creemos profundamente que los grandes temas de la humanidad se están conversando recién hoy, que por primera vez las mujeres están consideradas, identificadas y nombradas en una Constitución al igual que las personas mayores y las niñas, niños, niñes y adolescentes. Es tiempo de cambiar, porque diverso es hermoso.

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