Opinión: El silencio es cómplice y observar pasivamente también

La violencia contra las mujeres tiene su origen en la cultura de dominio y cosificación cuya consecuencia es el machismo. Ese machismo que tanto hemos dicho mata, no discrimina clase, etnia y ataca incluso a funcionarias públicas y mujeres de las FFAA.

Columna de opinión
04.08.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

Frente a las acusaciones de abuso sexual contra el Coronel de Carabineros de la décima zona, recientemente conocidas, podemos agregar que hace 4 años atrás nuestra colectiva también conoció denuncias de acoso sexual en la Armada.

Es grave la violencia sexual en cualquier ámbito, pero cuando se da en las policías la señal es brutal. Por ello la condena y sanción tiene que ser la tolerancia cero. Fallarle a una mujer es fallarse como sociedad, fallarle a una funcionaria de Carabineros es generar un manto de duda e impunidad y por cierto generar confianza para el resto de mujeres que sufren y callan la violencia día a día por miedo y desconfianza.

Esperamos una reacción oportuna y asertiva en este caso. No puede haber ausencia del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Debe haber una acción firme, sobre todo cuando se conocen en las encuestas de la Red chilena Contra la Violencia que el 85% de las mujeres que denuncian han sido maltratadas en comisarías de diversos sectores de Chile y por esa razón no volverían a hacer la denuncia. Ese maltrato proviene de una cultura machista que cuestiona a las mujeres, protege a los depredadores y es cómplice en silencio de la violencia que no da tregua y no disminuye. Si una funcionaria es atacada por un superior la señal debe ser inequívoca tolerancia cero.

El camino a la erradicación de la violencia, es un camino largo e ingrato. Deja atrás a las mujeres, genera un silencio cómplice y va mermando la confianza en la institucionalidad. Por ello actuar de forma adecuada es tan imprescindible. La Seremía del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género de la región de los Lagos fue la primera en constituir el año 2017, el Ministerio fue un anhelo de millones de mujeres que luchábamos por un mejor diseño de políticas públicas, por el avance en la agenda de igualdad y por compartir el poder. Un poder que ostentan en su mayoría los hombres y que solo solventa el sistema patriarcal. Avanzar en paridad en las instituciones, en el enfoque de género en toda la institucionalidad es parte de una reparación necesaria para las mujeres. Son siglos de exclusión y violencia.

Finalizar insistiendo en que frente a la violencia te creemos mujer y te apoyamos. Vivir una vida libre de violencia es tu derecho, es humano y sano. Avancemos a la comprensión como sociedad de la importancia de reparar, no callar y no permitir la impunidad frente a la violencia contra las mujeres. Por eso tenemos tanta esperanza en un cambio de marco legal, en una nueva Constitución, porque son tiempos de mujeres, de naturaleza y ya es tiempo de caminar en igualdad, hombre y mujeres diversos, pero con derechos iguales construyen un mejor mundo y una vida más humana.

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