Buzos mariscadores y pescadores artesanales requieren acción urgente para proteger ecosistemas marinos. Esto porque la ausencia de planes de manejo amenaza los bosques marinos y recursos bentónicos asociados a ellos en la región de Aysén. De acuerdo a datos oficiales al 2021, la región de Aysén alberga a cerca de 3 mil 500 pescadores y pescadoras inscritas en el Registro Pesquero Artesanal y las posibilidades de que existan planes de manejo va en directa relación de proyectar una pesca sustentable que posibilite cuidar la biodiversidad y desarrollar recursos marinos en beneficio de las economías locales.
01.08.2023
Por Territorios Comunicaciones
En la región de Aysén los bosques marinos de macroalgas, destacando las algas pardas conocidas como “huiros y cochayuyos”, desempeñan un papel crucial en la biodiversidad y sostenibilidad de los recursos bentónicos y pesqueros.
Estos ecosistemas proporcionan refugio, alimento y zonas de reproducción para diversas especies marinas, incluyendo peces, crustáceos, pulpos, mariscos y aves marinas. Además, actúan como sumideros de carbono, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
Macroalgas pardas en la región de Aysén
Estudios realizados han subrayado la importancia de proteger estos bosques de huiros para asegurar el equilibrio ecológico y socioeconómico de la región, beneficiando tanto a la biodiversidad local como a las actividades pesqueras y acuícolas de las comunidades costeras.
Sin embargo, a pesar de su importancia y de la prioridad dada por sectores de la pesca artesanal y buzos mariscadores, sigue sin desarrollarse planes de manejo que contribuyan a la conservación de estos ecosistemas, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones vecinas, como Magallanes.
Ausencia de planes de manejo
Cabe consignar que mediante la ley Nº 20.657, se modificó la Ley General de Pesca y Acuicultura, relativos a planes de manejo, para dar paso a la creación y constitución de Comités Bentónicos, que constituyen órganos de carácter asesor de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura en la elaboración de la propuesta, implementación, evaluación y adecuación de estos planes de manejo, que ha tenido un importante protagonismo en varias regiones del país.
Juan Carlos Torres, presidente de la Federación de trabajadores independientes de la pesca artesanal y buzos mariscadores de la comuna de Cisnes, comentó al respecto que “conozco los bosques marinos hace más de 40 años y en los últimos 20 y 25 años se han disminuido considerablemente y con ello a su vez, la jaiba, centolla, róbalo, pejerrey, entre otras especies que han ido desapareciendo en las corrientes submarinas producto de la contaminación de la salmonicultura por las fecas de los salmones”.
El también miembro del Comité Bentónico de Aysén recalcó que faltan estudios sobre los impactos ambientales industriales sobre la capacidad de recuperación y la pérdida de la biodiversidad marina producto de la contaminación del borde costero, resaltando que no se han evaluado los bancos naturales porque no existe investigaciones acabadas de la contaminación de seis, siete u ocho millas hacia las corrientes submarinas.
“Que no solo afecta al presente sino que compromete el futuro de las generaciones y la sustentabilidad ambiental”, agregó Juan Carlos Torres.
Conservación de recursos
En cuanto a la administración de los recursos bentónicos en la región de Aysén, Juan Carlos Torres, expuso que “todos están en régimen de plena explotación lo cual nos llevará a un colapso directo de los recursos, porque yo siendo miembro del Comité de Manejo Bentónico, no veo una política clara por parte del gobierno de turno como del Estado de Chile en poder conservar nuestros recursos para las futuras generaciones”.
Pérdida de oxígeno
“Entonces, frente a esto, vamos a una política que en el futuro nuestros mares en los canales interiores estén todos sin oxígeno, porque esa es una de las verdades que existe hoy día, si ya llevamos más de 30 años con contaminación, no podemos esperar a 40 años a hacernos cargo con solo la actual limpieza superficial y la pérdida del oxígeno de los canales”, añadió el dirigente de la pesca artesanal.
Evaluación ambiental
El dirigente enfatizó que “el tema medioambiental de Chile es un fracaso, porque no hay una evaluación ambiental que tenga poder para prohibir y buscar los lugares adecuados para la instalación de las concesiones de la salmonicultura, que están dentro de los bancos naturales. Éste, es un tema importante, que hay que señalarlo, porque no hay ningún estudio que evalúe esas situaciones”.
“Si bien hay muchos estudios del impacto de la salmonicultura y la fragmentación en cuanto a los plásticos, faltan sobre el oxígeno y la no sustentabilidad de la actual explotación salmonera”, cerró Juan Carlos Torres.
Explotación descontrolada
Por su parte, desde el archipiélago de las Guaitecas, Daniel Caniullán, buzo-mariscador y reconocido dirigente de la zona, enfatizó en la importancia de evitar la explotación descontrolada de macroalgas indispensables para el equilibrio ecológico, señalando a su vez un directo mensaje a las autoridades pertinentes.
Daniel Caniullán, buzo-mariscador, dijo que “esperemos que la Subsecretaría (De Pesca) le ponga suma urgencia a elaborar el plan de manejo regional, ya que ahí hay muchas ideas para poder manejar el equilibrio del ecosistema que da vida a muchas familias de la Patagonia norte, principalmente en Aysén”.
De acuerdo a datos oficiales al 2021, la región de Aysén alberga a cerca de 3 mil 500 pescadores y pescadoras inscritas en el Registro Pesquero Artesanal y las posibilidades de que existan planes de manejo va en directa relación de proyectar una pesca sustentable que posibilite cuidar la biodiversidad y desarrollar recursos marinos en beneficio de las economías locales para el presente y futuro.