Ni ganas de encender el televisor. Cada vez aumenta y aumenta la violencia: crimen organizado, ajustes de cuentas, baleados en la vía pública, el WallMapu se incendia. Ahora además mueren mapuches trabajadores, periodistas de medios de comunicación comunitaria asesinada, tenemos psicópatas al infinito y uno diría hay que irse de este país.

Columna de opinión
26.05.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

Pero en menos de una semana en el país de las maravillas, de Disney y Hollywood, 31 personas han sido masacradas en la vía pública. Entonces vámonos a Europa y dos imperialistas, porque son los dos Putin y Zelensky destruyeron Ucrania y los tambores de guerra mundial comienzan a sonar, porque se quieren meter todos al juego de la guerra. Pero para colmo no es necesario que nos maten a todos con su guerra tecnológica y armas nucleares de alto alcance. La tierra está muriendo y eso lo sabemos todas, todos y todes.

Y cuando la humanidad está al borde del abismo, de dar un paso al vacío ¿no se supone que debemos cambiar?, ¿no deberíamos traer esperanza, futuro, cambio real para sanar?.

Pero no es así y aquí el llamado a la humanidad y el compromiso de parar los discursos de odio de forma urgente y al menos que en nuestro país las soluciones no pasen por los tambores de guerra.

Observemos desde lo más mínimo la humanidad que aflora de las y los que más sufren. Inició juicio por crimen de Tamara. Una pequeña de 4 años asesinada en portonazo. ¿Qué buscan sus padres? ¿que llevemos militares a masacrar poblaciones?. Con humanidad buscan justicia que se apliquen las penas, que se investigue al mejor nivel el crimen organizado, que no soltemos asesinos violadores porque las cárceles están llenas.

¿Qué buscan los padres de Catalina Álvarez? Adolescente de 16 años asesinada en Copiapó por Hugo Pasten. Desparecida hasta el día de hoy, necesitan encontrarla para darle digna sepultura. Hacer un duelo que los come por dentro. Piden justicia, buscan un cambio a nuestro sistema que por lo demás, como decía la madre de una de las miles de mujeres desaparecidas en los últimos años, Laura Palacios, hasta el día de hoy sin responsables.

“No se investiga porque somos pobres, porque no tenemos acceso”. Estos último se conjuga con lo que las mujeres activistas feministas hemos pedido toda la vida, basta de impunidad, porque hay estereotipos horrorosos que facilitan la impunidad. Si son adolescentes pobres tienen que ser traficantes o prostitutas (no olvidemos los crímenes de alto auspicio). La impunidad se genera por machismo, clasismo y misoginia en el caso de las mujeres. Pero con todo el dolor ¿qué busca la madre de Laura?, ¿venganza?. Busca investigación, dignidad y justicia, en otras palabras un cambio, que nos dé esperanza a todas, todos y todes, que de forma humana sin tambores de guerra podamos prevenir, construir una mejor sociedad.

Ayer asesinan un trabajadores mapuche y lo primero que declaran los diputados de la zona UDI y RN culpar a la CAM y llaitul y poner bencina al fuego. Comienzan inmediatamente los tambores de guerra: más balas, más militares, más sangre. En los últimos años han muerto más de 11 trabajadores forestales (incluyen al Gobierno de Piñera y Boric). En todos los casos ha habido Estado de Excepción y ni uno solo culpable.

A veces es mejor escuchar la sabiduría de estas familias que con una condena de muerte de por vida que significa perder un hijo o hija buscan justicia, protección, dignidad y futuro para que le sirva a otras, otros y otres. No es odio ni tambor de guerra, es cambiar para cuidarnos, para respetarnos y querernos. Es una justicia sin discriminación, policías especializadas y entrenadas. Es una élite política que deje de gozar de privilegios y poder.

Como lo dijo el entrenador norteamericano a raíz de la masacre de 19 niños y dos adultos, es sacar las armas y violencia de las calles y por 50 Senadores Norteamericanos que quieren conservar el poder para sí y solo para sí, se niegan a cambiar.

Voy a cerrar invitándoles a leer la Nueva Constitución, porque aunque todas, todos y todes debemos trabajar, es muy distinto hacerlo en un país donde es digno: emprendender, vivir y respirar. Es distinto trabajar cuando las mujeres tenemos acceso y las élites políticas como los Senadores se acaban.