La vigilia pascual y la celebración de la Pascua marcan momentos cruciales en el catolicismo, simbolizando el paso de la muerte a la vida. Este período, precedido por la cuaresma, se caracteriza por la penitencia y la reflexión. La Pascua trae consigo símbolos como los huevitos de chocolate, el conejo de Pascua y la decoración floral de las iglesias. El fin del periodo invernal en Europa y la referencia a la vida son las claves para entender estos símbolos.
28.03.2024
Por Antonio De Vittorio
La vigilia pascual es la celebración litúrgica más importante del catolicismo, y la Pascua, la fiesta que celebra el paso de la muerte a la vida. Es también la culminación de un periodo previo llamado cuaresma, caracterizado por la penitencia, la reflexión y el ayuno en el mundo cristiano. La llegada de la Pascua tiene muchos símbolos asociados a ella como son los huevitos de chocolate, el conejo de pascua o el adornar con abundantes flores las iglesias.
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Significado del Conejo de Pascua en Europa
Raúl La Torre, coordinador de Extensión Cultural UANDES, explica, en primer lugar, que el símbolo del conejo se da porque es un animal “que en Europa significa el fin del periodo invernal y por tanto la llegada de la temporada de sol, de la luz. También, por razones obvias, es una representación de la vida”. Enfatiza que el avistamiento de liebres en los campos de cultivo era una señal que partía primavera; un tiempo que calza en el viejo continente con las celebraciones de Semana Santa.
Simbología del Huevo en el Norte de Europa
Con respecto al huevo pasa algo similar, según La Torre, ya que “principalmente en el norte de Europa, tiene una clara referencia a la vida, siendo incluido como símbolo de celebración ante la noticia de un nacimiento en obras de arte, especialmente de estilo flamenco de los siglos XV y XVI”, dice.
Historia de la Simbología de la Pascua en Chile
En Chile, la simbología de las celebraciones pascuales posiblemente haya llegado con los primeros evangelizadores, no obstante, no hay muchas referencias a huevos, conejos y menos niños buscando huevos de chocolates, por lo menos hasta el siglo XX. “Todo lo anterior tiene una expansión reciente y, más bien, comercial. Sí era común en Chile las celebraciones con dulces tradicionales, muchos de ellos regalados en estas ocasiones especiales por religiosas de claustro en los antiguos conventos que existían en las ciudades, como también preparaciones caseras para celebrar este día”, finaliza La Torre.