El columnista compara el mensaje de Cristo con un arroyo de agua cristalina que limpia las piedras, aunque muchas de ellas siguen secas y desmoronándose por dentro, simbolizando nuestra sociedad y a nosotros mismos. El autor cita a Gandhi, enfatiza que, si los cristianos actuaran como tales, el mundo sería muy diferente y critica la Ley del Talión por su efecto devastador en la humanidad. Reflexiona sobre la dualidad de Cristo como hombre e hijo de Dios, destacando sus palabras en la cruz y el profundo mensaje de perdón. Señala que no hay personas malas, solo equivocadas, y subraya la lucha entre nuestras emociones negativas y la verdadera comprensión del amor y el sacrificio, instando a la reflexión y acción para lograr una vida más plena y feliz.

04.06.2024
Por filósofo encubierto

El mensaje de Cristo es como un arrollo de agua cristalina que va lavando las piedras de su lecho. Pero estas en la inmensa mayoría son impermeables. Si las sacamos se ven limpias, pero al partirlas están secas y desmoronándose por dentro. Estas piedras nos representan a nosotros mismo y también, por qué no decirlo, al ordenamiento que nos hemos dado en sociedad. Como huevos podridos que al presionarlos un poco se quiebran y escurre lo nauseabundo, como “sepulcros blanqueados”.

Mahatma, que significa alma grande, Gandhi muy bien dijo: “Si los cristianos actuaran como cristianos otro sería el mundo”. También dijo: “El ojo por ojo y diente por diente lo único que hace es dejar a la humanidad ciega y desdentada”. Cuesta mucho entender aquello de Hombre e Hijo de Dios a la vez.

Como Hombre exclamó en la cruz “Padre, Padre, ¡por qué me has abandonado!” También en el huerto de Getsemaní dijo: “Aparta de mi este cáliz (cáliz de sufrimiento) pero si es tu voluntad que así sea.” Pero como “Ente superior” en la misma Cruz exclamó: “¡Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen!” El no dijo no saben lo que ME hacen, como podría decirlo cualquier “tipejo” que se cree Dios. Hay aquí una diferencia fundamental y el mensaje es apabullante.

Cristo nos está diciendo que no existen los malos, tan solo existen los equivocados. Este mensaje transciende y sobrepasa nuestra naturaleza humana tan dispuesta a la venganza. Produce una gran conmoción emocional y no lo aceptamos es más fácil seguir la “Ley del Talión”, que está en nosotros mismos y fuertemente insertada en nuestro ambiente.

Cristo también lo dijo: “El espíritu está pronto, pero la carne es débil” La carne no es otra cosa que nuestro sistema emocional. Y somos esclavos de este sin darnos cuenta. Y no hay peor esclavo que el que no sabe que es esclavo. Vivimos en un mundo alienado bajo un bombardeo de mensajes y ejemplos negativos que se venden muy bien. Hipocresía y cinismo por doquier.

“¡El amor es mas fuerte!”, dijo Juan Pablo segundo. Sí, pero implica sacrificios, en cambio las emociones negativas nos arrastran de la mano. Reflexionemos, actuemos y rompamos algunos vidrios de esta cárcel para en definitiva lograr una vida más plena y feliz.