La vitamina D es crucial para el mantenimiento de los huesos, el funcionamiento muscular y el sistema inmunitario. A pesar de que el cuerpo no puede producirla por sí mismo, se obtiene principalmente a través de la exposición solar y, en menor medida, por ciertos alimentos. Carolina Pye, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética UANDES, destaca la importancia de mantener niveles adecuados de esta vitamina durante todo el año, incluso en invierno, y ofrece recomendaciones sobre cómo obtenerla mediante la dieta y la suplementación adecuada

08.08.2024
Por Antonio De Vittorio

Las vitaminas son esenciales para el ser humano, ya que no pueden ser fabricadas por el organismo. Por tanto, deben obtenerse de diferentes maneras: a través de la dieta, por ejemplo, y en el caso específico de la vitamina D, a través de la piel al exponerse a la luz solar.

También existen algunos alimentos que contienen esta vitamina, pero según Carolina Pye, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética UANDES, son muy pocos los que la aportan en cantidades significativas. Una prueba de esto es que la exposición solar contribuye en aproximadamente un 80% a la cantidad de vitamina D que recibe el organismo.

¿Se puede absorber vitamina D en invierno?

Según la académica, la vitamina D puede ser absorbida en esta época del año, ya que los rayos ultravioletas están presentes, aunque en menor cantidad. La recomendación de Pye es “exponerse a los rayos del sol, incluso cuando esté nublado, y hacerlo durante todo el año”.

Teniendo en cuenta la menor presencia de rayos ultravioletas y la cantidad de luz solar en esta época del año, la nutricionista enumera algunos alimentos que pueden aportar vitamina D:

  • Pescados grasos, especialmente el salmón.
  • La yema del
  • Lácteos como huevo, leche y yogurt.

¿Y qué hay de los suplementos de vitamina D?

Antes de acudir a un especialista o iniciar cualquier suplementación, es necesario medir los niveles de vitamina D, ya que “se puede tener una insuficiencia, una carencia o un pequeño déficit, lo cual es distinto a tener un déficit severo, es decir, por debajo de 20”, explica Pye. En caso de tener un déficit severo, la nutricionista recomienda “asesorarse con un experto para determinar la dosis necesaria, ya que la vitamina D es liposoluble, es decir, se puede almacenar en el organismo; tanto el déficit como el exceso pueden ser peligrosos”, concluye la académica de UANDES.