Columna de opinión
Por Patricia Sanzana
Abogada
07.10.2020

Es raro que un abogado trabaje exclusivamente en educación, probablemente fue la influencia de mi padre profesor normalista en Chiloé quien influyó para que me dedique a asesorar en esta materia. De él aprendí que un sistema escolar estructurado tal como lo conocemos tiene algo más de dos siglos en el mundo y de allí su aporte trascendental al constituírse como el espacio meritocrático por excelencia que no tiene precedentes en el mundo moderno. En otras palabras si hay un lugar en el que se empareja la cancha… definitivamente es en la escuela.

Por eso resulta tan difícil de entender la falta de diálogo abierto y razonado en torno a plantear el retorno seguro y progresivo a clases presenciales. Todos los estudios e investigaciones al respecto (públicos, independientes e internacionales) coinciden en que la deserción escolar aumentará siginificativamente y la brecha educacional no hará más que crecer.

Es falsa la dicotomía que plantea que por un lado están los que protegen la vida y la salud de los estudiantes vs los que sólo piensan en la reactivación económica.  Lo que en mi opinión parece primar es una aproximación al tema que solo pondera las medidas para enfrentar el COVID-19 soslayando completamente los efectos de la suspensión de clases, siendo estos más bien de largo plazo y sabemos que el largo plazo no exige rendición de cuentas.

A la fecha solo 150 establecimientos educacionales en 12 regiones del país han presentado solicitudes al Mineduc para volver a clases presenciales, y si bien el Ministerio de Educación envió un instructivo indicando a todos los establecimientos educacionales que presenten  protocolos para el regreso a clases presenciales, son muy pocos los que se han entregado a esta tarea… fundamentalmente privados… el Colegio Puerto Varas es un muy buen ejemplo. Pero ¿qué pasa e con quienes lideran la educación pública? ¿Dónde están los alcaldes? ¿Qué dicen los servicios locales de educación? ¿Por qué no se sientan a buscar medidas y acciones posibles de implementar? Pensando en quienes más lo necesitan. Es factible pensar en protocolos dirigidos a los estudiantes de 3º y  4º medio, o para los 8vos básicos, y en base a sea experiencia  ir gradualmente. No podemos llegar a marzo en las mismas y actulaes condiciones y o para que volver a clases sea posible  los protocolos deberían regirse por ciertos criterios básicos: siendo el primero y más importante que no sea una imposición del sostenedor sino más bien un acuerdo con la comunidad educativa. Asimismo, implementar estrictas medidas de higiene, distanciamiento, garantizar el acceso a conexiones de internet, reducir la jornada escolar; dividir los cursos, alternarlos, mantener un método de clases mixto, que combine la opción presencial con la clase vía online o remota, contratar ayudantes, etc.

Como decía mi padre, la rueda ya se inventó y a  modo de ejemplo en el sistema de educación finlandés han implementado lo que ellos han llamado el método burbuja,  en que a los alumnos de educación básica se les organiza por grupo de estudiantes con un solo docente y con turnos para acceder a los espacios comunes del colegio y a los de educación media, en cambio, se les recomienda mantener una distancia social segura y el uso de turnos para los espacios comunes, con un sistema de rotación de estudiantes y docentes según sea la asignatura.

¡Todo lo anterior es posible y no implica exponer negligentemente a los niños y jóvenes!, por lo demás el Ministerio lo ha dicho reiteradamente… es voluntario ¡por ello apoyemos con un voto de confianza a éstas comunidades educativas que son principalmente comunidades reflexivas conocedoras del problema que enfrentan, y ojalá que sean exitosas! 150 escuelas es muy poco, son 3,5 millones de niños y jóvenes que sin educación no tienen futuro!