En su cuenta de Twitter el Primer Tribunal Ambiental confirmó la “clausura total y definitiva” de Pascua Lama, minera canadiense Barrik Gold, manteniendo una multa por más de 7 mil millones de pesos. Este proyecto buscaba la explotación de oro, cobre y otros minerales en la provincia de Huasco, ubicada en la Región de Atacama y contemplaba una inversión de 2.500 millones de dólares.

El fallo reafirma que Pascua Lama no cumplió a cabalidad con su Resolución de Calificación Ambiental, RCA, lo que llevó a la Superintendencia de Medio Ambiente, SMA, a aplicar a la minera diversas sanciones por infracciones calificadas como graves y gravísimas. Fueron cinco los cargos de clausura levantados por la SMA en 2018, la sentencia acoge tres de ellos. Estos dicen relación con incumplimientos ambientales respecto al monitoreo de los glaciares y glaciaretes, al monitoreo y descarga de aguas de contacto al río Estrecho y la utilización de una metodología de cálculo de niveles de alerta de calidad de agua no autorizada, que utiliza niveles más permisivos que los contemplados en la calificación ambiental.

“El año 2000, la empresa Barrick Gold presentó a Evaluación de Impacto Ambiental su estudio para el proyecto minero Pascua Lama, el cual fue aprobado en 2001 durante el gobierno de Ricardo Lagos. Al proyecto se le puso la condición de contar con un plan de monitoreo de glaciares, porque ya en esa época existían denuncias de alteración y daños irreparables sobre los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza. Sin embargo, después de 20 años, sólo después de 20 años, el proyecto es clausurado y se ordena el cierre definitivo. Esto ha sido una lucha de pequeñas organizaciones, de líderes ambientales de la Región de Atacama, quienes de un primer momento advirtieron lo nefasto que resultaba este proyecto y cómo dañaría el medioambiente”, dice Flavia Liberona, directora ejecutiva de Terram.

El cierre definitivo de Pascua Lama tiene muy contentos a los miembros de Terram, afirman que se trató de un proyecto que jamás debió existir. Sin embargo, creen que el hecho de que hayan pasado 20 años desde que se iniciaron las demandas, las denuncias y los conflictos socioambientales, deja claro que es un plazo extremadamente largo, dando cuenta, dicen, de que Chile no tiene una institucionalidad acorde a los tiempos.

En Greenpeace celebran la noticia por considerarla un triunfo para las comunidades locales de El Huasco y Olca, quienes por años han denunciado y realizado acciones legales por la grave afectación que la minería ha tenido en sus territorios. “Pascua Lama es un referente a nivel nacional de la destrucción de glaciares en manos de la minería y evidencia de manera clara todos los impactos e irregularidades de esta industria sobre glaciares y ecosistemas de montaña, por lo demás especialmente importantes en el contexto de la crisis de agua que enfrenta el país”, expresa Estefanía González, coordinadora del área de campañas de Greenpeace.

Para la ambientalista la sentencia confirma la destrucción del proyecto Pascua Lama denunciada por años por las comunidades de El Huasco y diferentes organizaciones ambientales y sociales del país, reclamo que ha sido ampliamente apoyado a lo largo de los años por la ciudadanía que, según Estefanía González, se ha dado cuenta de que los glaciares no pueden tener dueño y menos ser destruidos en beneficio de actividades mineras.

Agrega que “estamos llegando al fin de un extenso proceso de casi dos décadas, por lo cual ahora es urgente avanzar hacia una protección definitiva y concreta para los glaciares del país. Sobre todo, de aquellos que se encuentran en la zona norte y centro de país y que están en constante amenaza. No podemos permitir que otros proyectos mineros avancen y destruyan estos ecosistemas claves. Es el momento de aprobar una Ley de Glaciares que proteja a todos y cada uno de los glaciares en Chile. A estas alturas se trata de una legislación estratégica no solo para el cuidado del medioambiente, sino para la provisión futura de agua del país”.

Desde la organización ambiental hacen hincapié en que el impacto directo de la industria minera sobre los glaciares (como la construcción de caminos, su utilización como botaderos, etc.) ubica a Chile como triste líder mundial en la destrucción de glaciares. La verdad es que no hay forma de reparar los glaciares dañados, por eso deben ser intocables.

Chile enfrenta una grave crisis hídrica, dice Estefanía González, que no hará más que profundizarse en el futuro. Ante esta situación debemos cuidar cada gota de agua disponible. Por eso es que resulta clave y de vital importancia proteger los glaciares pues no solo representan las más importantes reservas de agua dulce del país, sino que son un ecosistema de enorme fragilidad y que actúan como agentes claves que permiten diversos beneficios ecosistémicos, como aportar el 60% del caudal de los ríos en épocas de sequía en la zona norte y central de Chile y que posibilitan que haya agua en época estival. Además, tienen un rol clave en la regulación del clima.

Datos generales de glaciares:

-El 10% de la Tierra está cubierta por glaciares.

-El 70% de las reservas de agua dulce del planeta están en los glaciares.

-El 82% de los glaciares de América del Sur están en Chile. En el país existen casi 24 mil glaciares de Arica a Punta Arenas.

-El 2014 se contabilizaban un área de 23.641 kilómetros cuadrados de glaciares en Chile. Cuatro años más tarde esa cifra llegaba a los 21.647 kilómetros cuadrados.

-La disminución equivale a un 8% menos de glaciares.

-En la práctica es como si hubiesen desaparecido 1.800 piscinas olímpicas con agua dulce.

-Solo en la zona central de Chile, en las cuencas de los Maipo, Aconcagua y Rápel se contabilizan unos 1.300 glaciares.