Emilia Loyola 17 años, estudiante Puertomontina, adolescente va a un acto cultural a la Plaza de Puerto Montt, acto por lo demás pacífico y artístico, es gravemente herida por una lacrimógena en su rostro, queda hospitalizada durante meses y hoy presentará el resto de sus días secuelas motoras y marcas en su rostro… sólo me puedo preguntar ¿por qué? ¿Por ir a un acto público? ¿Por ser joven y pobre? ¿Por no estar de acuerdo con un Gobierno que por lo demás apenas llegaba al 4% de aprobación?.
Columna de opinión
20.10.2021
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres
El funcionario de Carabineros Sub Teniente Rodrigo Bustos fue juzgado luego de casi dos años y salió literalmente con un palmadita en la espalda, arresto domiciliario por 3 años, una vida truncada, por un acto que es criminal, apuntar un arma hacia un rostro es un acto criminal y nuestra justicia nuevamente nos deja con la amargura de la más absoluta impunidad.
Hace dos semanas se conoció el fallo que es una burla para su familia, los acompañamos en una marcha solitaria por las calles de Puerto Montt, padre y madre desolados, sólo buscan justicia, su niña queda hoy con sus posibilidades acotadas, mientras un funcionario entrenado para no matar, para no dañar, queda en su casa, con palmadita en la espalda y nada puede ser más brutal que la impunidad.
A Emilia y sus padres les falla nuevamente el Estado, ese que no ha querido avanzar en la refundación de las policías, que no han estado a la altura de nada: de los Derechos Humanos, de la probidad, de la violencia hacia las mujeres, de la seguridad pública, evidentemente les urge una reformulación. Le falla la justica que investiga con sesgos, que falla al margen de los contextos, que pareciera le importan más los objetos, inmuebles y comercio que una vida humana.
Que no nos falle la memoria nunca, mientras se escribe una nueva Constitución, que no nos falle la memoria, es imposible construir futuro en medio tanta impunidad, no puede ser nuestra Región un lugar donde la justicia sea ciega e indolente, no somos ciudadanas de segunda clase, somos iguales, cargamos con derechos que nos pertenecen que el valor de la vida y el futuro sea lo que prevalezca.
Emilia Loyola, Presente, hoy somos todas Emilia y seguiremos clamando junto a tu padre y madre ¡JUSTICIA¡