No podemos dejar de mencionar en el inicio de esta columna a Blanca Valderas, la ex alcaldesa de la comuna Entre Lagos. Quien fuera arrojada desde el Puente colgante Pilmaiquén junto a otras autoridades y cuya historia conocemos, porque fue la única sobreviviente de un crimen de lesa humanidad cometido por la Dictadura de Pinochet. Iniciamos con ella porque hablaremos sobre las mujeres, la política y el poder. Un poder que se ha construido sobre la base del dominio de las mujeres y que por lo demás las ha dejado ausentes de las decisiones. Poder es decidir y nuestra región ha tenido una ausencia sistemática de nuestras miradas en la construcción de un futuro que garantice dignidad.

Columna de opinión
15.11.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

Durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, se dio un paso en la inclusión de mujeres en las estructuras públicas y privadas. Vinieron acciones como directorios paritarios en las empresas públicas, paridad en los gabinetes ministeriales y la Ley de cuotas y partidos políticos. Vale decir, que los candidatos de los partidos políticos a las elecciones debían contener un mínimo de 40% de mujeres. Esto no garantizaba que fueran electas las mujeres, sólo obligaba a que los partidos políticos presentaran más mujeres en sus listas. En esa elección parlamentaria 2017 resultaron electas dos mujeres en la región y a nivel país se alcanzó un 23% de representación de mujeres en la Cámara de Diputados. El Senado no tuvo avances. Algo celebrábamos en la región, que pasaba a contar con 2 mujeres. Sin embargo, los niveles de la estructura local, vale decir, la decisión regional quedaba totalmente al debe, ninguna alcaldesa en 2017. Nada de estructura paritaria en el Gobierno Local, etc.

Para el 2020 las elecciones contaban con una innovación en las Constituyentes. En este caso no regiría el sistema de cuotas, sino que el resultado efectivo debía ser paridad del Órgano Constituyente. La mitad efectiva de hombres y mitad efectiva de mujeres. En esa elección fueron las mujeres la que tuvieron que ceder espacio a los hombres en 11 oportunidades, significa que fueron más votadas las mujeres. En la elección de Gobernador Regional, por primera vez, un Intendente sería electo u electa. En nuestra región se dio el insólito hecho que de los 5 candidatos sólo iba una mujer disponible para el puesto. Siguieron las elecciones generales 2021 y la región quedó con una sola Diputada, ninguna Senadora, un Gobernador Regional, sin paridad en la estructura de Gobierno Regional y sólo dos Alcaldesas.

Sin estructura decisional efectiva difícilmente el poder, valga la redundancia, la capacidad de decidir seguirá siendo negada a las mujeres. No es capricho contar con mujeres en las estructuras de decisión. Por el contrario, es aumentar la democracia, el pluralismo, la multiculturalidad identitaria. Nos hace bien decidir con miradas diversas y una región que quiere construir futuro no puede seguir con la ausencia de representación de las mujeres que son más del 53% de la población de la región.

En estos días se está discutiendo una Reforma Previsional con mirada de equidad de género y más allá de si es de su agrado la propiedad privada o no de los fondos, me gustaría que hicieran la siguiente reflexión: las mujeres han ganado históricamente menos que los hombres y eso ha sido sólo por machismo, no hay una explicación de eficiencia económica. Deben abandonar sus carreras por el cuidado de los hijos, tienen más lagunas salariales, acceden menos a los puestos mejores pagados. En fin, una serie de castigos poco humanos que hoy se busca compensar. Por tanto, es importante, dar un primer paso reconociendo al menos esto. La desigualdad entre hombres y mujeres es real, no es un invento de textos ni de cuentos. Hemos sido excluidas y no se puede avanzar en una mejor vida sin las mujeres porque somos más de la mitad de la población del país. Un país que no avanza en dignidad, equidad y derechos, va a fracasar en el futuro porque arrastrará exclusión y eso siempre duele.