Frente al hecho sustantivo de un nuevo Gobierno que se avecina, con el Presidente más joven y además el más votado, desde el regreso a la democracia. Es bueno también reflexionar sobre lo que se ha dicho de este nuevo Gobierno, uno que se define como ecologista y feminista.

Columna de opinión
04.01.2022
Por Ana González
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres


La ecología y el feminismo tienen un factor en común estructural, y este es el que ambos revelan la necesidad de cambiar el modelo o las formas en las que se vienen haciendo las cosas, cómo nos relacionamos, cómo producimos y  cómo avanzamos; y es factor común a ambos también, el hecho que los sistemas de dominación deben llegar a su fin.

La tierra se muere y la responsabilidad es un modelo de extracción sin límites regido sólo por la demanda o el mercado, que tiene nuestra civilización a punto de su desaparición, el extractivismo es responsable de la falta de diversificación de las especies y en consecuencia, se requiere una nueva forma de producir. Por otro lado el sistema patriarcal de dominación excluye la posibilidad de que tanto hombres como mujeres se desenvuelvan y aporten de forma igualitaria a la construcción de un nuevo mundo. Esta exclusión es responsable de la pobreza de las mujeres y la violencia a la que son sometidas.

Un Gobierno feminista, permite en primera línea sostener que las condiciones económicas entre hombres y mujeres serán igualitarias y no es difícil pensar que en un 40% de los hogares de nuestro país que están en manos de mujeres solas o jefas de hogar, la vida de ese hogar va a mejorar. Tampoco es difícil pensar que un Gobierno Feminista entregará poder a la ciudadanía, nivelará el poder entre hombres y mujeres y con ello no es difícil pensar que las políticas públicas y las decisiones tendrán la mirada de las mujeres excluidas por siglos de las decisiones relevantes del país.

Durante la campaña del Presidente Electo Gabriel Boric, ya surgieron voces a través de Irina Karamanos respecto de cambiar el rol y estructura de la Primera Dama. Un rol que para los que no saben no ha sido menor, en tanto en esa estructura de Gobierno se han movido políticas socio culturales importantes en otras Presidencias, recordemos que desde ese rol, Lucía Hiriart fue capaz de desfalcar al Estado de Chile en cientos de propiedades y bienes públicos. Un Gobierno Feminista podría hacer mucho por las políticas socio culturales desde la misma estructura de Primera Dama, permitiendo iniciar proyectos sociales pilotos que empoderen y mejores políticas de directa relación con los cuerpos vivos de las regiones por ejemplo.

Un nuevo mundo es posible, eso significa para mi un Gobierno Feminista y Ecologista, un mundo donde comencemos a tratarnos como iguales en derechos siendo diversas y diversos y a construir futuro como iguales con profundo respeto a nuestra pacha mama.