El proyecto de Reforma al Código de Aguas, que este miércoles 4 de agosto pasó a Cámara de Diputadas y Diputados, pretende establecer, entre otras cosas, que el agua sea propiedad de todas las chilenas y chilenos. Reconociendo que el vital elemento, en cualquier estado, es un Bien Nacional de Uso Público. Además, que el acceso al agua potable y saneamiento es un Derecho Humano. Rabindranath Quinteros, senador (PS), declaró a Diario Puerto Varas que “a pesar de tener nosotros agua, ríos, lagos, hay localidades donde se tiene que llegar con un camión aljibe repartiendo agua”. Como una solución a la escasez hídrica, Iván Moreira, senador (UDI) expuso que “por primera vez en la historia, se estudia la necesidad de construir embalses en la región”. Claudio Maier, Doctor en Ecología Fluvial de la Universidad de Montana Missoula explicó que: “Entonces básicamente lo que estamos haciendo en esos ríos en verano en Chile es destruirlos. Les dejamos un hilo de agua, por lo cual queda muy poco hábitat acuático, poca superficie, quedan un par de pozas básicamente. Les quitamos superficie y calidad de hábitat, el agua se calienta demasiado, pierde su oxígeno disuelto, y allí hay una letanía de impactos ambientales”. Sara Larraín, de Chile Sustentable dijo que: “no pueden seguir secándose los ríos, como ha ocurrido con el Loa o con el río Copiapó. Todos los ríos tienen que mantener caudal ecológico, que permita que los elementos vivos de ese río, peces, plantas, etcétera, puedan seguir subsistiendo. O sea, es mantener los ecosistemas vinculados al río”. Cuando se creó el Código de Aguas durante la tiranía de Augusto Pinochet, en 1981, gran cantidad de particulares inscribieron a su nombre y de manera gratuita los derechos para utilizar el recurso a perpetuidad.
09.08.2021
Por Francisca Vargas
La Cámara de Senadoras y Senadores, este miércoles 4 de agosto la sala del Senado aprobó y despachó el proyecto de ley que reforma el Código de Aguas, pasando a su tercer trámite Constitucional a la Cámara de Diputadas y Diputados para que definan si se convierte en ley o pasa a Comisión Mixta. Entre los puntos que se discutieron está la posibilidad de darle más atribuciones a la Dirección General de Agua para la fiscalización y regulación del uso de este vital elemento en el país. Dentro de los puntos que se discutieron, está ampliar la facultad de expropiar aguas para priorizar el consumo humano. También está la necesidad de hacer frente a los efectos del Cambio Climático, como las graves sequías que afectan al territorio nacional.
Rabindranath Quinteros, senador (PS), se refirió a la Reforma al Código de Aguas y al respecto comentó que “lo que aquí se está haciendo es la modificación de un código que data de 1981, de plena dictadura. Donde la realidad del país era bastante diferente a la que tenemos hoy día. Hoy día lo primordial es que el agua, dado el Cambio Climático, dadas las condiciones que tenemos nosotros acá en nuestro país, condiciones hídricas, primera condición es que el agua en prioridad es el consumo humano”.
Agregó que “en mi intervención hice ver que a pesar de tener nosotros agua, ríos, lagos, hay localidades donde se tiene que llegar con un camión aljibe repartiendo agua. Porque hay, se han ido las napas subterráneas secando por la intervención también del ser humano”.
La realidad de la región de Los Lagos no escapa al Cambio Climático, expuso Iván Moreira, senador (UDI). Añadió que “el seremi de Obras Públicas ha informado que, por primera vez en la historia, se estudia la necesidad de construir embalses en la región y se analiza el uso de plantas desalinizadoras en áreas aisladas del archipiélago de Chiloé. Aún en Puerto Varas, los efectos de la escasez de recursos hídricos se harán presente, por lo que es prioritario sostener la preferencia que debe tener el consumo humano por sobre toda otra prioridad, la necesidad de fiscalizar y establecer cauces mínimos y ecológicos”.
James Fry, seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP), explicó que los embalses son una solución para los problemas hídricos “efectivamente los embalses son una solución hídrica, ya que eso genera una prevención a través de un almacenamiento del recurso. En el caso de la región, es sumamente abundante, dada la cantidad de lluvias que hay anualmente y que nos permite estar preparados para periodos estivales, donde esas lluvias declinan y con los años, en estos ciclos, se ha visto que han bajado. En resumen, sería una manera de prevenir, acumulando agua de lluvia, en conjunto con cauces que puedan almacenar, y de esa manera, poder atender las situaciones que se generan de escasez en los periodos estivales y en algunas zonas de la región”.
La sequía se expresa en déficit de precipitaciones. Según datos entregados por el Centro Meteorológico el Tepual, el déficit de lluvias en Puerto Montt es de 44,1% y en Osorno 44,8%. En la capital regional, el agua caída a la fecha es de 567.4 mm y lo esperable son 1014.4 mm., en lo que va del año. Las estimaciones son que en el trimestre julio-agosto-septiembre debería precipitar más allá de lo normal.
James Fry añadió que hoy existe una Estrategia Nacional de Recursos Hídricos encabezada por el Ministerio de Obras Públicas, donde se está priorizando embalses de distintas envergaduras en la región del norte con mayor déficit. Respecto a la región, declaró que “en la región de Los Lagos no se descarta generar embalses; pero la prioridad según nuestra realidad hídrica, está centrada en aumentar la cobertura de sistemas sanitarios rurales APR (Agua Potable Rural), principalmente en las provincias de Osorno, Llanquihue y Chiloé, donde están las mayores necesidades”.
Embalse en San Juan de la Costa
Al ser consultado por la posible evaluación de algún río de la zona para la instalación de un embalse, declaró que “existe una iniciativa en San Juan de la Costa con un estero asociado con un río, siendo hasta el momento, según mi entendimiento, el punto asociado más reciente”(…) “Las iniciativas, análisis y revisiones, no las realiza el Ministerio de Obras Públicas, sino que, las realiza el Ministerio de Agricultura con CNR (Comisión Nacional de Riego), quienes, si han realizado evaluaciones previas, respecto a embalses, cuencas y potenciables en la región. Por ende, son ellos quienes pueden responder de mejor manera y en detalle, respecto a ese tema, ya que, como Ministerio trabajamos pos evaluaciones desde la prefactibilidad y el diseño”.
San Juan de la Costa no tiene ninguna fuente de agua que venga de la Cordillera de Los Andes según Salvador Rumián. El investigador mapuche explicó que las empresas forestales han acaparado las tierras produciendo nocivas consecuencias como escasez de agua, vulneración de espacios sagrados, erosión irrecuperable del suelo, disminución de flora y fauna nativa, caminos en mal estado producto del tránsito de camiones de alto tonelaje. Quienes habitan en el lugar han perdido la paz y tranquilidad por las faenas ininterrumpidas las 24 horas del día. La consecuencia más grave y evidente es la disminución de la disponibilidad de agua.
El diario digital País Lobo publicó en junio de 2014 que el ministerio de Agricultura ponía fin al proyecto de embalse Pucopio en Osorno. Este mencionó lo siguiente: “Un enérgico rechazo al proyectode acumulación de aguas en el sector Pucopio, manifestaron comunidades indígenas de San Juan de La Costa, quienes con anterioridad habían dado a conocer sus dudas, en la etapa del estudio de pre factibilidad, de un proyecto de embalse que se gestó en el año 2012 -durante el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera- por parte de la Comisión Nacional de Riego(CNR) del Ministerio de Agricultura”.
El proyecto embalse Pucopio pretendía ser una obra de acumulación donde se buscaba el desarrollo productivo de las distintas comunidades locales de San Juan de la Costa y San Pablo. El estudio de prefactibilidad lanzado en noviembre de 2013 por la CNR, buscaba analizar distintas alternativas de infraestructura hídrica, priorizando los beneficios del riego para las labores de la agricultura familiar campesina. Este embalse tendría una capacidad aproximada de 500 mil metros cúbicospara satisfacer, con un 85% de seguridad de riego, a unas 480 hectáreas, medida a la cual las comunidades se opusieron por razones vinculadas al copago del proyecto de parte de las familias beneficiadas.
Salvador Rumián declaró a Diario Puerto Varas que “la gente estaba entusiasmada, eso lo debo reconocer, porque pensaban justamente que podría ser una especie de ayuda para los tiempos de sequía. Hay que pensar que en 2013 hasta el 2016 fue un periodo bien seco. Entonces, claro, en principio cuando entre comillas les vendieron el proyecto parecía razonable. Aunque si llamaba la atención la altura del embalse. Al momento de revisar con más atención el proyecto, venía un proyecto hidroeléctrico de por medio. Entonces, claro, ahí se generó la desconfianza y efectivamente no, finalmente, ¿para quién iba el agua? ¿A quién iba el beneficio?”.
La nueva Reforma al Código de Aguas también reconoce los derechos ancestrales de los pueblos indígenas sobre las aguas que están en sus territorios. Otro avance importante es que se autorizan procedimientos especiales para abastecer los sistemas de agua potable rural.
“Pero ese embalse estaba más bien al norte, donde las empresas forestales, pero en esa zona, si, colinda con forestales y otras empresas privadas. Pero igual creo que el foco de las políticas públicas igual es bien desagradable porque siempre es cortoplacista, va a ser una solución que tampoco va a durar mucho, entonces la gente lo tiene claro. O sea, no sé si toda la gente, pero buena parte de los dirigentes con los que yo he podido interactuar piensan que un embalse no, bueno aparte de que aguas abajo va a dejar problemas ecológicos para las familias que no se vean directamente beneficiadas con el proyecto”, agregó Salvador Rumián.
La Constitución en su artículo 19, nº 24 establece que “los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos de conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad de ellos”, dejando garantizada la propiedad privada del recurso. En marzo de 2011 se presentó ante la Cámara de Diputadas y Diputados una moción para reformar el Código de Aguas, que rige desde 1981. El lobby generado por tres sectores importantes de la economía: agrícola, minero e hidroeléctrico explicaría el retraso en la aprobación de la reforma. Estas áreas productivas habrían frenado las discusiones porque en varios de los artículos a reformar se propone reforzar la regulación del mercado del agua y se limita la sobreexplotación del recurso.
¿Qué es un embalse?
Construir un embalse significa instalar un depósito artificial de agua, generalmente cerrando un valle, lo que inunda tierras muchas veces habitadas. Reteniendo así las aguas de un río o de la lluvia con el objetivo de usarlas para riego, abastecer a comunidades o producir energía. Los embalses bloquean la migración de peces y el transporte de nutrientes.
En Chile existen 60 embalses que en total tienen una capacidad de más de 12 mil millones de metros cúbicos según información publicada por Emol en 2018. Se concentran ocho embalses en la región de Coquimbo, cinco en Maule, tres en Bío Bío, dos en Atacama, dos Valparaíso, dos Metropolitana, dos O’Higgins y uno en las regiones de Antofagasta y Ñuble. La Dirección General de Aguas tiene el registro mensual de estos 26 principales depósitos de agua, los que pueden ser usados para riego, generación de electricidad o incluso proveer de agua potable a la ciudadanía.
El embalse con más capacidad es el embalse Lago Laja, ubicado en la región del Bío Bío. Su uso principal es la generación de electricidad y riego, con una capacidad de 5.582 millones de metros cúbicos. El de menor tamaño es el embalse Rungue, localizado en la región Metropolitana. Se utiliza principalmente para riego y tiene una capacidad de 1,7 millones de metros cúbicos.
Dejen que los ríos lleguen al mar
Sobre los efectos que tienen los embalses en los ríos el Dr. Claudio Maier, Licenciado en Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Concepción. Ingeniero Civil de la Universidad de Concepción. Master en Ingeniería Hidráulica de Colorado State University, Fort Collins. Doctor en Ecología Fluvial de la Universidad de Montana Missoula, en entrevista con Diario Puerto Varas, respondió lo siguiente:
“El problema está que cuando le sacan agua a los ríos, se la sacan mucho antes de llegar al mar. Por lo tanto no solo el mar necesita el agua, sino que también el río al que se le causan cambios. Cuando le dejas muy poca agua al río en verano, esa agua va a viajar muchísimo más despacio, el qué tan rápido se mueve un río depende de la cantidad de agua. Cuando le dejan muy poca agua en verano, el río se mueve más despacio y aumentan las posibilidades de calentarse con la exposición al sol y al aire cálido. Asimismo las posibilidades que tiene de que disminuya el nivel de oxígeno disuelto en el agua”.
El Dr. enfatizó que “entonces básicamente lo que estamos haciendo en esos ríos en verano en Chile es destruirlos. Les dejamos un hilo de agua, por lo cual queda muy poco hábitat acuático, poca superficie, quedan un par de pozas básicamente. Les quitamos superficie y calidad de hábitat, el agua se calienta demasiado, pierde su oxígeno disuelto, y allí hay una letanía de impactos ambientales”.
“Ahora la mayor parte de esos ríos a menos que tengan un embalse grande, una represa, luego vienen las crecidas y se vuelve a normalizar todo. El río vuelve a hacer lo que tiene que hacer. Pero todos los veranos los ríos tienen unos impactos ambientales feroces”, agregó Claudio Maier.
La Comisión de Recursos Hídricos del Senado votó a favor, en 2017 y en votación dividida, la indicación del gobierno que determina la extinción de derechos de aprovechamiento de agua por su no utilización. A favor votaron los senadores Jorge Pizarro, Isabel Allende y Adriana Muñoz. En contra los parlamentarios Iván Moreira y Francisco Chahuán. La comisión aprobó la indicación del Ejecutivo que establece que los derechos de aprovechamiento de agua se extinguirán, total o parcialmente, si su titular no hace uso efectivo del recurso y no paga la correspondiente patente.
Las nuevas concesiones según la actual Reforma al Código de Aguas serán temporales, de 30 años para los derechos consuntivos y de 20 años para los no consuntivos, teniendo causales de caducidad y extinción. Para así consagrar una nueva regulación para la Constitución, ejercicio y extinción de los derechos de aprovechamiento en caso de cumplirse las condiciones definidas en la ley. También la protección y fortalecimiento de la función que cumple el agua dulce en los ecosistemas.
Ríos secos en verano
Salvador Rumián expuso que “el panorama no es muy bonito. Ya lo vimos, o sea, yo pienso en mi gente, solamente pensando en mi gente, que yo sé que ya tuvo problemas este verano. Y este verano llovió y los veranos que siguen no va a llover. Entonces, claro, uno se preocupa y piensa cómo lo vamos a hacer. Actualmente con camiones aljibe e insisto que también hay proyectos de riego que también se están ejecutando por parte de Indap o por parte de Conadis y está bien porque en la emergencia tampoco nos vamos a poner exquisitos pero no son soluciones. Solamente son aspirinas o paracetamol para un problema que es grave. Un cáncer (…) Hay que ver primero quién tiene los derechos porque los derechos en San Juan de La Costa están agotados”.
El seremi explicó que la construcción de un embalse es un proyecto de larga data, 8 a 10 años que comienza con el estudio de los territorios, el cual realiza la Comisión Nacional de Riego. Luego se realiza el estudio de prefactibilidad y al lograrse esta, se realizan análisis económicos, geográficos, con visión agrícola “y la potencialidad de esta misma, como también, un multipropósito, incluyendo el agua potable, temas geomecánicas, estructural e hidráulico, concluyendo todo este sistema protocolar y siendo factible, logra coordinar con la Dirección de Obras Hidráulicas para comenzar el trabajo de diseño, expropiaciones, en casos necesarios, lograr sacar un RS, siendo obras de larga envergadura”, añadió.
Al ser consultado sobre si los embalses estarían planificados para solucionar los problemas de los habitantes o de las empresas, James Fry contestó que “los proyectos de embalse se van analizando a medida que se vayan avanzando en las etapas, por lo que, las visiones se van cruzando a medida de que van avanzando; topografía, comunidad, hidráulica, hidrogeología, geomecánica, geografía, entre otros. Por lo que estos procesos son de suma importancia en el proceso de análisis. Estos proyectos son público-privado, en beneficio a la comunidad, asociándose, o sea, existe una asociación de regantes y vigilancia, los cuales con el tiempo, se convierten en empresas, generando una gran productividad, pero es privado; alianza público-privado y potencia la economía en el sector”.
Caudal ecológico
Sara Larraín, directora ejecutiva del programa Chile Sustentable,comentó que la decisión sobre un embalse no tiene que ver con la reforma al Código de Aguas. O sea, la decisión de un embalse es una decisión o del Estado o de un privado. Explicó que tiene que ver con el Código de Aguas es qué tipo de agua se va a utilizar y qué tipos de caudales ecológicos se van a dejar en los ríos.
Un cuestionamiento que se realiza a los embalses es la alteración que producen a los ecosistemas del río en el que se instalan. Esto trae consigo la extinción de especies y la tierra en la zona se vuelve menos fértil, entre otros efectos. Sobre eso, Sara Larraín comentó que: “el Código de Aguas establece las condiciones para la utilización de las aguas. Y por lo tanto si es embalse se le va a exigir que deje caudal ecológico, se les va a exigir que tengan punto de captación, se le va a exigir que tengan que tener medición de cuánta agua sacan y cuanta devuelven”.
Sara Larraín continuó aclarando que hay una regulación que tiene que ver con las condiciones para mantener la sustentabilidad de la cuenca. Al respecto dijo que “por ejemplo el Código de Aguas establece que no se puede sacar agua en áreas protegidas. Establece que vas a tener que dejar caudales ecológicos en los ríos. Establece que no puedes sacar agua desde humedales o turberas. Y tampoco de sitios prioritarios. O sea, establece una serie de cosas que tienen que ver con las condiciones que el embalse tiene que cumplir para mantener la integridad de la cuenca. Pero no tiene que ver con el embalse mismo. Además tiene que haber un Estudio de Impacto Ambiental”.
El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es un instrumento de gestión ambiental que tiene como objetivo la evaluación y predicción de los efectos que puedan generar al medioambiente proyectos y actividades que se realizan en el país. En el caso de los Estudios de Impacto Ambiental, permiten clarificar si el proyecto se hace responsable de los efectos ambientales que produce, esto mediante la aplicación de medidas de mitigación, reparación y/o compensación adecuadas.
“Un embalse tiene que presentarlo la persona que lo quiere hacer, lo tiene que presentar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Uno de los permisos que le van a pedir o las condiciones son las que tienen que ver con agua. Y ahí se aplica Código de Aguas. Pero todo el resto tiene que ver con biodiversidad, con los impactos a las comunidades humanas, con el tema sísmico, etcétera, etcétera”.
Al ser consultada si los avances en la Reforma del Código de Aguas representan protección para nuestros ríos y lagos, la ecologista declaró que “definitivamente para los ríos sí. Y también para la sociedad. El Código de Aguas establece primero, que las aguas son bienes públicos. Después establece y garantiza el Derecho Humano al agua, el cual debe ser garantizado por el Estado. O sea, el agua queda establecida como un Derecho Humano. Después, se establecen prioridades de uso. Primero el uso humano y saneamiento. Segundo, las actividades de subsistencia, es decir, las actividades económicas para sobrevivir: agricultura campesina, pueblos indígenas, etcétera. Tercero, la sustentabilidad de las fuentes. Y después las actividades económicas con fines de lucro”.