En el marco de la conmemoración reciente del día de la Acción Global por el Aborto que se realiza todos los 28 de septiembre, valga el siguiente recuerdo… hace 22 años me encontraba en la Plaza de Puerto Montt, sola, bajo la lluvia, con un letrero que decía “derecho a nuestro cuerpo… aborto ahora”. Algunos sólo miraron indiferentes, otros sólo rieron, la mayoría me gritó y me insultó.

Columna de opinión
28.09.2021
Por Ana González Caro
Presidenta ONG Lideracción, miembro Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres

¿Qué hace que un día cualquiera de lluvia una sola mujer decida pararse con un letrero y exponerse a la violencia?. Sin duda, el cansancio, la frustración y por sobre todo la incomodidad de seguir aquí de esta forma, de esta manera, sin derecho a mi propio cuerpo. Decidí, porque ese derecho nos pertenece (aunque nos lo quieran quitar) reclamar, protestar, avanzar, apoyar a las mujeres que sufren violencia y pelear por un cambio y ese cambio es Autonomía, que no es otra cosa que derecho al cuerpo, ese es el marco con el que se discute el aborto.

Por esa lucha de autonomía las diversas organizaciones de mujeres han sufrido de la indiferencia y el acoso, han tenido una relación tensa y difícil con las instituciones públicas si de la autonomía se trata. Cuando la Presidenta Bachelet (segundo periodo) visitó nuestra Región, en Alerce me acerqué como pude y le dije… Presidenta le agradezco, le agradezco la despenalización de la interrupción del embarazo en 3 causales, le agradezco el piso mínimo que es devolvernos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, pero seguiremos adelante porque el derecho al aborto es un problema de Derechos humanos, de derechos esenciales de nuestra autonomía.

Se trata de la capacidad ineludible a cualquier persona de tomar decisiones, acciones en conciencia y paridad, con equidad y un Estado debe ser garante de esas decisiones brindando acceso no castigo, acompañamiento y prevención, educación y derechos reproductivos, todo en aras a que las mujeres dejen de ser ciudadanas de segunda categoría, invisibilizadas y deshumanizadas bajo la imposición de roles de maternidad obligados y no libres.

Así como el Feminismo no es odiar a los hombres, sino que pensar que un mundo puede ser mejor, muy distinto si los sexos se relacionan en igualdad y con la misma capacidad de actuar. Aborto Libre es autonomía y recuperación de nuestros cuerpos, es una derivada sobre la que se construye igualdad y por sobre todas las cosas respeto y dignidad, si lo miramos desde la Autonomía y su reconocimiento humano, entonces se ledevuelve a las mujeres la capacidad de PENSAR, CREAR E IMAGINAR.

Para finalizar recordar que hemos ratificado la Convención Internacional de Derechos de las Mujeres Belén Do Pará y aborto libre, seguro y con acceso, es parte del derecho humano de las mujeres y Chile sistemáticamente lo niega.