Opinión: La importancia de escuchar y cuidar al corazón

Las enfermedades cardiovasculares se posicionan como una de las principales causas de muerte en Chile, representando casi el 30% de las defunciones, de acuerdo al Departamento de Estadísticas e Información de Salud del Minsal. Una realidad alarmante que, sin embargo, no ha sido asimilada por la mayoría de la población, que sigue sin tomar acciones prácticas respecto a la importancia de la prevención y detección temprana de estas patologías.

Columna de opinión
24.08.2022
Por Paula Molina
Química farmacéutica

La combinación de factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el tabaquismo, el sobrepeso, el sedentarismo o el consumo excesivo de alcohol son cruciales a la hora de considerar una afección al corazón, y justamente Chile ostenta una alta prevalencia en todos ellos. Entonces, y en vista de lo que ya conocemos, ¿cómo avanzamos en una posible solución a los números rojos y evitar presentar un evento cardiovascular?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es enfática en indicar que el 80% de las afecciones isquémicas del corazón, los ataques cerebrovasculares y la diabetes podrían prevenirse a través del control de sus principales factores de riesgo y ahí está la clave. En el marco del Mes del Corazón, es importante visibilizar este tema. Necesitamos como país impulsar la detección temprana, el diagnóstico y realizar una intervención oportuna de los factores de riesgo cardiovascular, apuntando hacia el control de éstos y el seguimiento del estado de salud de los pacientes.

Precisamente, hoy en día existen más instrumentos disponibles para hacer exámenes de monitoreo y más acceso a distintos servicios de atención en salud. Más allá de centros asistenciales, está cada vez más presente la telemedicina y la asistencia a diversos puntos de chequeo, donde destacan las farmacias como nuevos puntos de control y seguimiento a los factores de riesgo.

Gracias a su capilaridad, éstas últimas pueden ser un aporte al cuidado de la salud de los chilenos. Cada químico farmacéutico tiene la capacidad y el conocimiento necesario para realizar las evaluaciones y el seguimiento que se requiere para que los pacientes que se encuentran en sospecha o diagnosticados, lleven adelante su tratamiento farmacológico de manera adecuada y así mejoren su calidad de vida.

El llamado es a aprovechar las nuevas tecnologías, los diferentes centros de salud que aportan al seguimiento de los factores de riesgo y las herramientas disponibles para enfrentar enfermedades como ésta, donde la detección temprana y el seguimiento, hacen la diferencia.

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