Desde que hace cerca de una década el fenómeno de las plataformas de visionado online empezó a entrar en nuestras vidas cotidianas el panorama ha cambiado drásticamente, y desde que Netflix lanzó su primera serie, “House of Cards”, la industria del entretenimiento ha vivido una verdadera revolución.
Columna de Opinión
30.09.2021
Por Federico Sepúlveda
Periodista
Ya la semana pasada comenté someramente sobre los algoritmos que hoy nos rigen. Hoy haremos un repaso de las aplicaciones que los usan. Partiendo por el caso del actor que más fuerza tiene; el amo y señor de las plataformas, y referente en términos de ambición, operación y recordación: Netflix.
No es ninguna sorpresa para nadie que Netflix es la OTT (Over The Top) más grande de todas. Partió como una especie de competencia del extinto Blockbuster hasta que se digitalizó y su dueño, Reed Hastings, entendió que con los datos de sus usuarios podría diseñar contenido. Desde ahí invierte anualmente una verdadera burrada en productos propios, ahorrándose así tediosos acuerdos con estudios y canales. Netflix sabe que hoy el dueño de la propiedad intelectual es el que manda.
Netflix tiene un problema grave, eso sí: su ambición de llegar a cada uno de los nichos de público le juega en contra y sus series y películas tienen más o menos la misma calidad que un mueble de baquelita y -aparte de notables excepciones- tienen una profundidad mínima, con personajes caricaturizados e historias predecibles como la hora del taco.
A partir de ahí la lista de las principales OTT se desgrana y podríamos resumir así:
Amazon Prime Video: menos apuestas de contenido propio que sus competidores y varias suelen fallar en el guión. Se nota que el presupuesto que tiene Jeff Bezos supera al de Netflix y el hombre más rico del mundo puede contratar al mejor talento disponible. Aún así siempre falta la chaucha para el peso. Lo salva su catálogo de series compradas, aunque le queda poco tiempo de ese juego, porque vienen los cucos tales como el siguiente en la lista.
Disney+ y Star+: El combo del terror llegó a aterrorizar el barrio. El monstruo del contenido y de la propiedad intelectual ya está en Chile y combina lo más famoso del contenido infantil, juvenil y adulto, películas y series, deportes en vivo y el catálogo casi completo del extinto FOX, y con mucho latinoamericano haciendo un gran trabajo. La marca del ratón tiene poder y no duda en usarlo. Sus apps son muy cómodas de usar y tienen vocación de masas, a diferencia de la envejecida TV chilena (pero esa es otra columna).
HBOMax: Si HBOGo ya tenía por lejos el mejor contenido, ahora le pusieron esteroides. Sigue teniendo la peor app, pero su contenido es garantía de alta calidad. El cuidado de las filmaciones, los guiones, las actuaciones y la fineza con la que se mezcla todo es único y si lleva la rúbrica de HBO es difícil que realmente flaquee. Si hay que quedarse con una sola yo soporto sus fallas incómodas y me quedo con esta. Además, cuenta con todo y Warner Brothers y Cartoon Network.
La próxima semana revisaremos algunas opciones menos masivas, pero no por eso con peor calidad. Espacio de contenido audiovisual hay. No teman que existen OTTs para todo el mundo.