Rios de Tinta,. Lagos de Basura, Océanos de Desidia

En medio de la creciente controversia en torno al vertedero de Puerto Varas, se revela una serie de errores y desafíos más profundos. La falta de actualización en el diseño del vertedero y la carencia de una planificación adecuada han desencadenado una crisis multifacética. La sobrecarga del proyecto piloto, agravada por la migración masiva y los efectos del cambio climático, evidencia una falta de coordinación y visión estratégica en la región.

20.03.2024
Por José Francisco Troncoso
Arquitecto

En el ultimo tiempo, se han desbordado Rios de Tinta por el tema del vertedero de Puerto Varas. Pero más allá de un vertedero diseñado con estandartes obsoletos, y geotecnias insuficientes, se ha dado una tormenta perfecta de equivocaciones.

Al no seguirse la planificación original, que consideraba la construcción de vertederos alternativos en la provincias mas habitadas de la región de los lagos, se ha conseguido sobrecargar el único proyecto piloto disponible que se llevó a cabo; a esto se le agrega la ingente migración proveniente de la zona central, que llegó a nuestros pueblos y sobre todo a nuestros campos, sobrecargando las vías, servicios, comercios, y por supuesto colapsando la recepción de basura de prácticamente todos los sectores urbanos y extraurbanos de las comunas lacustres. En el mismo orden, el cambio climático genera comportamientos de fenómenos pluviómetros de alta descarga, que genera infiltración fuera de toda previsión y escala.

Pero el común denominador de todos estos factores perfectamente previsibles ha sido la desidia en la planificación territorial estratégica, en la cual los actores relevantes no han actuado coordinadamente, y sin la celeridad que requiere una región colapsada por un crecimiento desmesurado e inorgánico. Hemos sido testigos como las estrategias de desarrollo son palabras al viento sin coordinación público-privada, los planes reguladores demoran décadas en su implementación, y el Plan Intercomunal, tan necesario, tan determinante, duerme el sueño de los justos, dejando el crecimiento urbano al azar y al arbitrio del funcionario de turno.

El vertedero es una muestra mas, que sin planificación estatal que coordine todos los estamentos públicos y privados de largo plazo, que abarque decenios, nuestra región va directo a un colapso ambiental, social y territorial.

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