Dueños de cafetería sufren violento desalojo

Cuando Jimena Mansilla y Rodrigo Abarca llegaron a su cafetería la mañana del jueves 24 de marzo, notaron que los candados de la reja eran distintos a los de ellos. Sus cinco refrigeradores, dos congeladores, dos vitrinas pasteleras y una máquina de café ya no estaban. El nuevo propietario del stripcenter donde se encontraba su negocio destrozó el lugar para desalojarlos.

29.03.2022
Por Francisca Vargas

Rodrigo Abarca y Jimena Mansilla son dueños de la cafetería llamada Café Boketto, que está ubicado hace tres años en el stripcenter Mirador de Volcanes de Puerto Varas. Los primeros días de marzo, el nuevo dueño del centro comercial les avisó que les subiría el arriendo. Tendrían que pagar gastos comunes que hasta ese momento no pagaban y que sus clientes ya no podrían ocupar la terraza.

“La respuesta a eso fue que nosotros no podíamos y que no estábamos en condiciones de poder solventar ese aumento de costos. Y lo que íbamos a hacer era buscar otro local porque nosotros no nos podíamos quedar ahí. Él dijo que perfecto, ´yo tampoco quiero que ustedes estén acá y quiero que se vayan mañana´. Eso fue hace tres semanas atrás, a principios de marzo. Debe haber sido por los primeros días de marzo”, comentó Rodrigo Abarca.

El nuevo dueño les pidió que se fueran al día siguiente. Solicitud imposible para el matrimonio pues no contaban con un nuevo lugar. Además, llevaban tres años en esa ubicación. Contrataron a un abogado para evitar tener que irse tan de prisa. Presentaron la documentación en el juzgado, trámite que está en proceso de acreditación.

“Que no vuelva a pasar. Las cosas se solucionan por la ley. No con matonaje. Nosotros creemos que sobretodo la mujer emprendedora tiene un espacio que le es súper difícil. Mi señora se ha sacado la mugre tratando de sacar adelante la pastelería y ya tenemos una clientela importante que la reconoce. No queremos que eso se pierda”, consideró Rodrigo Abarca.

Cuando llegaron a abrir la cafetería y pastelería el pasado jueves por la mañana, y se encontraron con lo que primeramente consideraron un robo, llamaron a Carabineros para realizar la denuncia según el dueño del Café.

“Entonces yo le pedí a mi señora que grabara mientras yo cortaba el candado y abro. Básicamente porque mi abogado, hablé con mi abogado antes, y me dice: ‘el local es tuyo, tú tienes el contrato de arriendo, así que dale’. Eso fue lo que yo hice. Abro y adentro no había nada. Se habían llevado todas las máquinas. Te estoy hablando de cinco refrigeradores, dos congeladoras, dos vitrinas pasteleras, la máquina de café, etcétera. Una cantidad importante de máquinas. Más las mesas, las sillas, las lámparas”.

“Entonces, de inmediato lo que hice fue llamar a Carabineros para levantar una denuncia por robo porque hasta ese momento yo podía suponer quien era el responsable pero no tenía la certeza. Lo que hice fue llamar a Carabineros para levantar esta denuncia por robo. Llegó la persona de Carabineros y junto con él llegó este personaje y dice ´este local es mío, es de mi propiedad y yo estoy en pleno derecho de estar en mi propiedad´. Yo dije que eso no era así, que tengo un contrato de arriendo que está vigente. Y, por lo tanto, dado que no hay una orden de desalojo ni nada por el estilo, el local es mío”, añadió Rodrigo.

Cafetería desalojada

Carabineros se comunicó con Fiscalía para presentar la denuncia por robo porque los bienes no estaban. La fiscal ordenó que se presentara la denuncia en la comisaría. Luego Rodrigo fuera acompañado por la fuerza pública a la casa del nuevo dueño a ver si están ahí sus máquinas.  En la bodega estaba todo escondido y otras en la calle.

Rodrigo y Jimena esperan que esto no se vuelva a repetir. “Lo que nosotros estamos haciendo es el juicio civil, que ya se había iniciado hace dos o tres semanas, donde se estaba levantando si es que los contratos y toda la documentación estaba acreditada. Eso va destinado a pedir la restitución del local. Ese es el paso civil. El día lunes nosotros estamos presentando una querella criminal por apropiación indebida por daños, perjuicios. Nosotros dejamos de vender de un día para otro. En el fondo, no solo lo que se dañó, sino que todo asociado a la paralización del local”.

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